AEOPAS y el Instituto de Estudios de la Tierra celebran la jornada “Gestión Pública Sostenible del Agua. Experiencias de tarificación en España”, en colaboración con EMASESA
Profesionales y expertos abordan nuevas exigencias en el modelo de tarificación y una gestión más participativa para garantizar el abastecimiento y saneamiento de agua con garantías de calidad
El cambio climático activa la necesidad de nuevos modelos de gestión y gobernanza a las empresas públicas de agua
Inaguración de la jornada por parte del consejero delegado de EMASESA, Jaime Palop, el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Tierra, Alberto Fraguas, y el gerente de AEOPAS, Luis Babiano.
Esta mañana, la sede de EMASESA ha acogido el desarrollo de la jornada técnica “Gestión Pública Sostenible del Agua. Experiencias de tarificación en España”, organizada por la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) y el Instituto de Estudios de la Tierra, en colaboración con EMASESA.
El encuentro ha sido inaugurado por el consejero delegado de EMASESA, Jaime Palop, el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Tierra, Alberto Fraguas, y el gerente de AEOPAS, Luis Babiano.
Esta jornada ha contado con la intervención de profesionales y expertos en la gestión del ciclo integral del agua, quienes han profundizado en los instrumentos necesarios para llevar adelante la prestación de este servicio público, teniendo en cuenta los nuevos escenarios a los que se enfrentan las empresas públicas para garantizar la disponibilidad del abastecimiento y saneamiento de agua para la población, en óptimas condiciones de calidad y cantidad. El desarrollo de esta cita se ha articulado en torno a ponencias técnicas sobre el estudio de tarificación de AEOPAS, indicadores de gestión en el ciclo urbano del agua, y la gestión participativa y el derecho humano al agua.
Este encuentro ha valorado el último informe del Panel de Expertos presentado en el Parlamento español, que recoge las observaciones de decenas de profesionales de nuestro país al respecto de las tendencias que tendrá el clima y sus repercusiones en un recurso tan esencial vital, económica y ecológicamente, como es el agua.
Todas las simulaciones y previsiones apuntan, de forma consistente, a notables incrementos de la temperatura media, que dependen del nivel de emisiones que se produzca en el futuro.
Respecto a las precipitaciones, las expectativas en espacios mediterráneos prevén una importante tendencia recesiva, que se acentúa en horizontes de finales de siglo y en escenarios pesimistas, en los que se incumplen los acuerdos de París referentes a la lucha contra el cambio climático.
En suma, se prevé una reducción de caudales medios, desde 2010 a finales de este siglo del orden del 24%, que puede llegar a situarse entre el 30 y el 40% en las zonas más sensibles.
Esta situación hace que deban extremarse los sistemas eficientes en la gestión del agua, y que esta eficiencia esté basada en las mejores técnicas de gestión y gobernanza.
Así, durante la jornada, los participantes han analizado los criterios que se deben considerar a la hora de determinar un modelo de gestión que aporte seguridad y garantías de suministro de calidad en el ciclo urbano del agua siempre con criterios de equidad social, para salvaguardar el derecho humano al agua.
Asimismo, en otro ámbito concreto, se han debatido los instrumentos técnicos necesarios para el seguimiento del proceso, los indicadores que desde los distintos campos operativos son la base para calibrar la evolución de la gestión en cuanto a la optimización del uso del recurso hídrico y su implicación social.
Según apuntan los expertos participantes en este encuentro, estos instrumentos deben ser compartidos con una ciudadanía consciente de los retos, ya que el acceso al agua está considerado por Naciones Unidas desde el 2010 como un Derecho Humano, lo cual implica que garantizar este servicio público se convierte en una obligación dentro de los sistemas operativos de gestión.
Por ello en una Mesa Redonda se ha dialogado ampliamente no solo en la importancia de la participación pública sino en su necesidad y puesta en marcha concreta con experiencias que están siendo muy útiles (EMASESA, EMACSA). Se ha demostrado que una gestión participativa ayuda de manera muy significativa a mejorar los instrumentos técnicos y económicos de gestión y por tanto mejorar los resultados ante el enorme reto que supone el cambio climático.
EMASESA, Tu Empresa Pública Del Agua
