La captación es la primera fase del ciclo del agua. Recogemos el agua de lluvia en los más de 2.280 km² de superficie de las cuencas receptoras repartidas entre los 6 embalses de los que disponemos.
Captamos el agua en las cuencas de río cuyos trazados discurren en su mayor parte por entornos protegidos, como los parques naturales de Aracena y Picos de Aroche, y Sierra Norte.