Desde el inicio de nuestra actividad en 1974 hemos convivido con la continua aparición de episodios de sequía entre los que podemos destacar los siguientes:
Histórico
Desde el inicio de nuestra actividad en 1974 hemos convivido con la continua aparición de episodios de sequía
1972-1976
Casi 4 años de lluvias escasas en cuantía y dispersas en su repartición, hicieron evolucionar la sequía hacia una situación cada vez más grave que evidenció, por un lado, la necesidad de disponer de un plan de actuaciones en caso de emergencia actualizado y, por otro, la conveniencia de aprovechar varios cauces. A los dos embalses disponibles, La Minilla y Aracena, se añadió temporalmente Cala, el embalse del Pintado en el río Viar y la presa de Peñaflor en el Guadalquivir. La situación llegó a ser tan grave que, durante varios meses se alcanzó un máximo de 13 horas de restricción.
1980-1983
Las lluvias producidas en los primeros meses de 1982 pusieron fin a la grave situación creada en el abastecimiento durante el año 1981 en el que fue necesario implantar importantes medidas restrictivas y la toma de agua del Guadalquivir. Sin embargo, 1983 vuelve a ser un año seco que deja en evidencia la necesidad de acelerar la descontaminación de los vertidos al Guadalquivir. Para ello, EMASESA pone en servicio en 1984 la EDAR Norte (San Jerónimo) y acelera los trámites para iniciar lo antes posible la EDAR Oeste (Tablada).
1991-1995
Tras años de intensa sequía, los escasos recursos existentes en 1995 se destinaron al abastecimiento de la población. Paralelamente, se ejecutaron obras que permitieron adecuar nuestras fuentes de suministro (captaciones en río, interconexión de sistemas, etc). En grandes ciudades como Sevilla, las restricciones alcanzaron las 10 horas diarias, atendiéndose el abastecimiento casi en su totalidad del Guadalquivir. Esto supuso una pérdida apreciable de calidad en el agua, que obligó a los sevillanos a un sobrecosto importante en agua embotellada (se estima que el gasto global pudo estar próximo a los 1000 millones de pts/mes) y al aumento de los controles para mantener las garantías sanitarias en los niveles habituales. En la Red, se pasó de realizar 80 muestras mensuales, a 550.
Tradicionalmente, es habitual que se registren años hidrológicos (de octubre a septiembre) en los que la precipitación está muy por debajo de las necesidades mínimas para garantizar el abastecimiento (1998-1999, 2004-2005, 2011-2021, etc).
Por ello, a lo largo de estos años se han ido realizando modificaciones en el sistema de abastecimiento para aumentar la garantía de suministro ante la ausencia coyuntural de precipitaciones. El objetivo principal es aumentar la resiliencia del sistema para adaptarse a estas situaciones meteorológicas sin que la ciudadanía se vea afectada.
Concienciación Ciudadana
De igual manera, se ha concienciado a la ciudadanía en la cultura del ahorro de agua. Gracias a la ayuda de la población se ha pasado de los 176 litros por persona y día de 1991 a los 116 de 2021, es decir, se ha reducido un 36% el consumo de agua doméstica en los últimos 30 años.