En la fase de tratamiento se potabiliza el agua para que sea apta para el consumo humano. El tratamiento de potabilización debe garantizar que el agua cumpla con los requisitos de salud requeridos en la normativa en vigor, asegurando su calidad y salubridad, con el fin de eliminar cualquier tipo de contaminación en ella y proteger la salud de las personas.
El agua bruta contiene materia orgánica, materia inorgánica y microorganismos, así como sabor, olor, color y turbidez. Todos estos elementos que son eliminados mediante los diferentes procesos que se llevan a cabo en nuestras estaciones de tratamiento de agua potable.