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Desalobradora

Una desalobradora para combatir la sequía

La futura desalobradora de Sevilla y su área metropolitana consta de un anteproyecto presentado en febrero de 2025 en el Foro GAESCO.

Con un presupuesto de 60 millones de euros y un plazo de ejecución, llegado el momento, de dos años, esta futura infraestructura consiste en la captación de aguas en el estuario del Guadalquivir, aguas abajo de la presa de Alcalá del Río. Desde ese punto, el agua se bombeará hasta la conducción Gergal-Carambolo y se conducirá hasta la ETAP Carambolo, donde se tratará en una planta de tratamiento avanzado con membranas de ósmosis inversas y nanofiltración, lo que aportará a Sevilla y su área metropolitana una nueva fuente de suministro de agua alternativa a los tradicionales recursos embalsados, alargando las existencias y garantizando el suministro incluso en el peor de los escenarios.

Este proyecto maximiza el aprovechamiento de infraestructuras existentes, como la reutilización de depósitos en desuso y minimiza el espacio requerido y la inversión inicial, facilitando el cumplimiento de futuras exigencias regulatorias y la capacidad de adaptarse a la evolución de las condiciones del agua de entrada.

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Conoce el proyecto

El principal objetivo consiste en disponer para el abastecimiento de Sevilla y su área metropolitana de una fuente de suministro de agua alternativa a los recursos embalsados

  • Mediante una captación de aguas en el estuario del Guadalquivir a través de un microtúnel ubicado bajo el agua, en zona permeable de gravas/arenas.
  • La vehiculación del agua del estuario será mediante bombeo hasta la EB El Viar, la cual debe ser rehabilitada, para desde allí volver a bombear las aguas hasta la conducción Gergal-Carambolo que conduce hasta la ETAP Carambolo
  • Y una planta de tratamiento avanzado con membranas de ósmosis inversa en una primera etapa y de nanofiltración en una segunda, que se ubicará en la ETAP Carambolo

Junto a la Estación de Bombeo de Emergencia III, aguas debajo de la presa de Alcalá del Río. Esta estación tiene conexión con el sistema de aducción actual.

La salinidad del océano Atlántico es de 36 gramos de sal por litro de agua, frente a los 0,1 gr/litro (100 mgr/) de la parte alta del estuario. Actualmente, el vertido de la sal extraída está en estudio, existiendo 2 opciones:

  • Vertido a redes de saneamiento y tratamiento en EDAR
  • Devolución al cauce del río en varios puntos para rebajar el ya de por sí escaso porcentaje de sal por litro.

La instalación

Una garantía real y sin precedentes sólo puede venir de mano de una DESALOBRADORA. Una fuente de suministro de agua alternativa a los tradicionales recursos embalsados, que alargue las existencias y asegure el suministro incluso en el peor de los escenarios.

Ventajas de la planta desalobradora

Disponibilidad constante de agua

Resiliencia ante el cambio climático

Innovación y sostenibilidad

Seguridad hídrica

Compromiso con el futuro

La desalobradora permitirá asegurar el suministro de agua potable de manera continua, sin depender de las precipitaciones.

En un contexto de cambio climático, la planta fortalecerá la resiliencia del sistema de abastecimiento, garantizando agua de calidad en todo momento.

Utilizando tecnología avanzada de membranas, la planta no solo cumplirá con la normativa vigente, sino que será un ejemplo de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.

La desalobradora proporcionará una fuente alternativa de agua, reduciendo la presión sobre los embalses y asegurando el suministro de manera constante, no sólo durante periodos de sequía.

EMASESA reafirma su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, garantizando un futuro en el que el agua no es solo un recurso, sino una promesa de vida, desarrollo y bienestar para todos.

El cambio climático y la seguridad en el suministro

Según el Visor SICMA de la Junta de Andalucía y Plan Hidrológico DHG 2022-2027, en 2040 se prevé un incremento de la temperatura del 5% y una disminución del 9% en la precipitación media diaria. Estos y otros factores podrían redundar en que las aportaciones a la cuenca del Guadalquivir se reduzcan un 10%.

Ante este panorama, la implantación de una planta de tratamiento avanzado de aguas con membranas contribuye a garantizar la continuidad y calidad del abastecimiento de agua y fortalece la resiliencia del sistema hídrico ante variaciones en la disponibilidad de recursos hídricos tradicionales, al permitir una mezcla de recursos de embalses y del estuario.

Este modelo de tratamiento destaca por su capacidad para ofrecer una solución sostenible y resiliente, asegurando la viabilidad técnica, económica y ambiental frente a escenarios de cambio climático.

La desalobradora en datos

Plazo

2 años

Presupuesto

60

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