Directiva TARU y +Salud: la alianza para garantizar agua segura y ciudades más saludables

La nueva Directiva europea sobre Aguas Residuales Urbanas (TARU, 2024) introduce exigencias inéditas para proteger la salud pública y el medioambiente. EMASESA responde a este reto con el programa +Salud, que convierte la normativa en acción y sitúa la salud en el centro de la gestión del agua.

+Salud es el programa estratégico de EMASESA que materializa el enfoque One Health en la gestión del ciclo integral del agua. Nace para dar respuesta a los retos normativos y sociales que exigen una visión global de la salud humana, animal y ambiental, y supone la alineación de la actividad de la empresa con las nuevas exigencias europeas.

En este contexto, la Directiva TARU marca un punto de inflexión al reforzar la protección de la salud pública y del medioambiente mediante una profunda modernización del marco normativo. Esta directiva amplía la lista de contaminantes a controlar (incluyendo pesticidas, fármacos, microplásticos y compuestos industriales), lo que exige tecnologías de tratamiento más avanzadas y eficientes, capaces de alcanzar altos niveles de eliminación, al tiempo que impulsa la innovación para reducir costes y huella ambiental. Introduce además la vigilancia sanitaria de las aguas residuales y la resistencia antimicrobiana, transformando las infraestructuras de saneamiento en sistemas de alerta temprana para la salud pública. Establece la obligación de elaborar, antes de 2027, un Plan de Gestión de Riesgos que integre los impactos sobre la salud humana y el medio ambiente, considerando las variaciones estacionales y los fenómenos extremos. Finalmente, refuerza la sostenibilidad económica del sistema mediante la Responsabilidad Ampliada del Productor y el principio de “quien contamina paga”, asegurando los recursos necesarios para hacer posible esta transición tecnológica y sanitaria.

“Para EMASESA, el cumplimiento de TARU no es solo una obligación legal, sino una oportunidad para innovar”, comenta Consuelo Juan, jefa de División de Calidad y SIG. A través de +Salud, la empresa integra medidas como planes de seguridad del agua, vigilancia epidemiológica, digitalización y monitorización avanzada, y gestión circular del recurso. “Todo ello convierte la normativa en acción y refuerza el compromiso con la salud pública y la sostenibilidad”, subraya Consuelo Juan.

¿Cuándo y cómo se aplicará TARU?

La Directiva TARU fija un calendario progresivo que arranca en 2025 y se extiende hasta 2045, con etapas que obligan a mejorar la depuración buscando la excelencia en el tratamiento, incorporar sistemas de control continuo y garantizar la eliminación de contaminantes emergentes. Para las empresas gestoras, esto supone retos importantes: inversiones en tecnología, formación especializada y coordinación con autoridades sanitarias y medioambientales.

“EMASESA afronta este desafío con una estrategia clara: ajustarse a los plazos y convertir cada requisito en una oportunidad para avanzar hacia ciudades más seguras y resilientes” declara Enrique Baquerizo, jefe de División de Producción. De hecho, la empresa metropolitana de aguas ya desarrolla los siguientes proyectos:

  • Vigilancia microbiológica avanzada: refuerzo del control de parámetros sanitarios en aguas residuales, incluyendo microcontaminantes y patógenos.
  • Resistencia antimicrobiana: participación en proyectos de investigación y colaboradores del Plan Nacional de Resistencias antimicrobianas
  • Monitorización continua y digitalización: implantación de sistemas de sensorización y alerta temprana en depuradoras y redes, dentro del proyecto Embalse Digital 5.0 y CREANDO, financiado por fondos europeos NextGenerationEU.
  • Planes de Seguridad del Agua y evaluación de riesgos sanitarios: protocolos que integran One Health, establecidos para evaluar riesgos sanitarios del agua de consumo, anticipando su extensión a todas las etapas del ciclo del agua.
  • Proyectos piloto para reutilización segura: el proyecto de innovación aplicada MobiMET explora nuevas formas de depurar el agua sin gasto energético, usando microorganismos y materiales reciclados. Su tecnología sostenible permite obtener agua regenerada apta para riego, adelantándose a los estándares que marcará la TARU.
  • Alianzas institucionales y redes One Health: colaboración con autoridades sanitarias y medioambientales para garantizar una respuesta integrada.

Estos proyectos además de ayudarnos al cumplimiento TARU, nos permiten prepararnos con tiempo y previsión para una adaptación progresiva y sin impacto negativo en el servicio.

Con +Salud, EMASESA lidera esta transformación, situando la salud en el centro de la gestión del agua y consolidando su papel como actor clave en la protección del bienestar colectivo.

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