EMASESA apuesta por el impacto de la Huella Hídrica para recordar la necesidad de un uso responsable del agua

La empresa metropolitana de aguas publica anualmente su huella hídrica y huella del agua. En el marco de una campaña de concienciación, ha desarrollado una calculadora online para que la ciudadanía pueda conocer cuánta agua consume y su equivalente en huella hídrica.

La empresa metropolitana de aguas de Sevilla ha presentado los datos de su Huella Hídrica y Huella del Agua correspondientes al último ejercicio, calculados bajo los estándares internacionales Water Footprint Network e ISO 14046 y verificados mediante auditorías internas y externas. El informe revela que la Huella Hídrica de EMASESA se sitúa en 488 litros por habitante y día, un indicador que se ha mantenido estable durante los últimos tres años, reflejando la eficiencia y optimización de los procesos.

En comparación con ejercicios anteriores, la huella hídrica poblacional ha aumentado un 1,2% respecto al año pasado, debido principalmente al incremento de agua evaporada y al consumo de agua potable. Sin embargo, el consumo unitario doméstico se ha mantenido en 105 litros por habitante y día en 2024, por debajo de la media nacional (131 l/hab/día en 2022, según DAQUAS), lo que evidencia el esfuerzo de la ciudadanía y la empresa en el uso racional del recurso.

Las pérdidas en distribución han bajado del 23,58% en el año 2000 al 13,78% en 2024, y la dotación de agua bruta ha descendido de 307 a 188 litros por habitante y día en el mismo periodo. Estos datos confirman la mejora continua en la eficiencia del sistema y el compromiso de EMASESA con la sostenibilidad.

Desde EMASESA destacan que medir la huella hídrica permite entender el impacto real de su actividad y detectar oportunidades de mejora en la gestión del ciclo integral del agua. Las fases de captación y potabilización, así como la depuración final, son las que más influyen en el resultado global. Además, la depuración tiene un efecto positivo al devolver agua en buenas condiciones al medio natural, reduciendo el impacto ambiental.

La empresa subraya que estos indicadores no son comparables entre organizaciones, ya que cada sistema presenta condiciones propias, como la evaporación en embalses, que en el caso de EMASESA representa el 15% de la huella total. Por ello, insisten en que lo relevante es el compromiso con la transparencia y la mejora continua, más allá de las cifras absolutas.

Tu consumo deja huella… Hídrica

Uno de los retos principales para EMASESA es divulgar el concepto de Huella Hídrica entre la ciudadanía, para fomentar un uso racional y eficiente del agua independientemente del volumen embalsado. En este sentido, la empresa apuesta por la concienciación y la información con una campaña divulgativa que incluye, entre otros recursos, una calculadora online, y publicando los resultados anuales para que cada usuario pueda conocer su consumo y tomar decisiones más sostenibles.

Tal y como sostiene la empresa, “la huella hídrica nos ayuda a entender el agua que no vemos. El agua es un recurso cada vez más escaso y la gestión responsable es clave para afrontar los desafíos del cambio climático”.

EMASESA refuerza así su compromiso con la sostenibilidad, la transparencia y la concienciación ciudadana, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y contribuyendo activamente a la lucha contra el cambio climático.

¿Qué es la Huella Hídrica?

La Huella Hídrica es un indicador que mide el volumen total de agua dulce utilizado, directa o indirectamente, para producir bienes y servicios. Incluye no sólo el agua que vemos (por ejemplo, al ducharnos), sino también aquella que ha sido necesaria para producir alimentos, ropa, energía o cualquier otro producto de uso cotidiano.

  • Huella Azul: mide el agua procedente de aguas superficiales o subterráneas, que se evapora, se incorpora a un producto, se extrae de una masa de agua y se devuelve a otra, o se devuelve en un momento diferente.
  • Huella Verde: mide el volumen de agua de lluvia incorporada a un producto. Es especialmente relevante para los productos agrícolas, en la que se contabiliza el agua que se evapotranspira más el agua incorporada al cultivo. De esta manera nos ayuda a comprender y usar mejor el agua de lluvia para producir alimentos de manera sostenible.
  • Huella Gris: mide el volumen de agua necesario para diluir el agua contaminada en el proceso de producción para mantener la calidad del agua dentro de los límites establecidos en la legislación.

¿Qué es la Huella del Agua?

La Huella del Agua es un indicador ambiental que va más allá de medir simplemente el volumen de agua utilizada. Evalúa de forma integral el impacto ambiental asociado al uso del recurso hídrico, incluyendo tanto la cantidad de agua consumida (agua que se pierde y no retorna al sistema natural) como la alteración de su calidad debido a la contaminación.

Este indicador se divide en dos componentes principales:

  • Huella Consuntiva: corresponde al volumen de agua consumida o evaporada durante un proceso, es decir, aquella que no retorna al ciclo hidrológico natural. Incluye el agua incorporada en productos, la evaporada en procesos industriales o agrícolas, y la utilizada en actividades donde no hay retorno directo al medio ambiente.
  • Huella Degradativa: representa el volumen de agua que, aunque se devuelve al medio ambiente, regresa con una calidad reducida debido a la presencia de sustancias contaminantes generadas durante los procesos productivos. Esta huella nos ayuda a entender cómo ciertas actividades afectan la calidad del agua disponible, destacando la importancia de minimizar la contaminación para proteger los ecosistemas y garantizar un uso responsable del recurso hídrico.

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