EMASESA celebra el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía recordando que en otoño se podría volver la Prealerta
Bajo el lema de Naciones Unidas “Unidos por la Tierra: nuestro legado y nuestro futuro”, EMASESA celebra este día subrayando la necesidad de hacer un uso responsable del agua durante el periodo estival, ya que, si la lluvia no lo evita, este otoño se prevé que se vuelva a la situación de prealerta por escasez.
El pasado mes de abril se declaró el fin de la sequía tras cerca de 6 años con déficit de precipitaciones, sin embargo, de no registrarse las necesarias lluvias, las previsiones apuntan a que entre los meses de octubre y noviembre volvería a activarse la situación de Prealerta. Es por ello que, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, EMASESA recuerda que es preciso cuidar el agua y usarla de manera responsable, evitando gastos y consumos excesivos y mantiene la conveniencia de situar el consumo en 90 litros por persona y día (Objetivo 90) para preservar las reservas.

“Hemos superado la sequía más larga e intensa conocida sin que la población, industrias y servicios se hayan visto afectados, lo que supone un orgullo. Se ha demostrado que nuestro modelo de gestión, basado en la planificación, junto a la colaboración ciudadana, han funcionado a la perfección para lidiar con la escasez de agua”, comenta el consejero delegado de EMASESA, Manuel Romero. Sin embargo, “dada la precaria situación en la que nos encontrábamos, las precipitaciones de este año no han sido suficientes para llenar los embalses, por lo que, la tradicional carencia de lluvias durante el periodo estival, más las altas temperaturas y la consiguiente evaporación, complican la situación situándonos en un escenario de prealerta tras el verano para el que debemos prepararnos”.
Romero reconoce que EMASESA tiene la “maquinaria engrasada” y que “ya trabaja en la próxima sequía a través de un Plan de Emergencia por Sequía actualizado, en consonancia con la Confederación Hidrológica del Guadalquivir y en la mejora de los procesos de potabilización, incorporando sistemas de tratamiento con ozono en la ETAP Carambolo”.