EMASESA con el Día mundial de lucha contra la desertificación y la sequía
En el día de hoy se conmemora el Día mundial de lucha contra la desertificación y la sequía, fomentado desde la Naciones Unidas
La degradación del suelo afecta a unos 3.200 millones de personas y la actividad humana ha transformado el 70% de las tierras del mundo. Es la población del tercer mundo la que más sufre la pérdida de fertilidad de la tierra y los devastadores efectos de las sequía, no obstante, nuestra conciencia global y nuestra ubicación geográfica nos obliga a todos a tener muy presente en nuestro día a día ambos procesos ambientales. Por otra parte, desde el ámbito de EMASESA, es fundamental la gestión que a medio y largo plazo se realiza sobre el recurso agua para paliar los efectos que la desertificación y la sequía tendrán en nuestro entorno. Vivimos en una zona altamente vulnerable al cambio climático y en especial a los períodos de sequía, donde la experiencia ya nos alerta de su aparición periódica y sistemática. Todos tenemos presente la incidencia que supuso la sequía del período 1991-1995. Si atendemos a los pronósticos de los efectos del cambio climático en nuestra zona, la incertidumbre en la evolución de las precipitaciones es alta, no obstante, todos los pronósticos indican que las lluvias se reducirán de aquí a finales de siglo. Igualmente, los modelos nos alertan de que aumentará la probabilidad de sufrir períodos de sequía (esta predicción se realiza con sequías de 2 y 5 años de duración).
En nuestra cuenca hidrográfica, durante los últimos 50 años, hemos vivido 8 períodos de sequía (cuatro de 2 años de duración, tres duraron 4 años y uno se prolongó hasta los 5 años). Uno de nuestros objetivos diarios es la correcta gestión de los recursos hídricos, para disponer a corto y largo plazo de agua en cantidad y calidad apta para el consumo humano. Adicionalmente, EMASESA dispone de un Plan de Emergencia por Sequía que establece los mecanismos técnicos y burocráticos necesarios para paliar y retrasar los efectos negativos en caso de que suframos nuevos episodios de sequía. Este documento nació de la experiencia adquirida en la sequía 1991-1995, y se ha venido actualizando para poder ajustarse en cada momento a las características de nuestro sistema de captación y abastecimiento y a las obligaciones normativas. Actualmente, estamos trabajando en la actualización del documento, atendiendo a los nuevos requisitos establecidos por el Gobierno de España en los Planes Hidrológicos de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir. En los próximos meses se realizará el proceso participativo para poner en conocimiento de la ciudadanía su desarrollo y contenido, y será a finales de este mismo año cuando el documento definitivo vea la luz.
Cómo afrontamos la sequía, una visión de futuro
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