EMASESA garantiza una de las mejoras aguas de España, también en verano

El agua de Sevilla cuenta con unas excelentes cualidades organolépticas a pesar de que, fruto de las altas temperaturas, podrían verse alteradas de manera puntual.

El agua de Sevilla cuenta con unas excelentes cualidades organolépticas a pesar de que, fruto de las altas temperaturas, podrían verse alteradas de manera puntual.

El agua de Sevilla es una de las de mayor calidad de España, con un grado de mineralización muy aconsejable para el consumo humano. Ello se debe en gran medida a que los embalses de los que se abastece EMASESA tienen escasa o nula contaminación derivada de la actividad humana. A ello se une el tipo de suelo de las cuencas de los embalses, básicamente silíceos y con poca presencia de zonas calizas.

No obstante, de forma estacional, preferentemente en verano,  la calidad del agua embalsada puede verse afectada organolépticamente por la presencia de alguna sustancia de origen natural que, a niveles trazas, pueden producir ciertas alteraciones organolépticas puntuales que ocasionen que el consumidor detecte un olor y sabor distinta al habitual, la temperatura del agua también afecta a esta percepción. Las sustancias que producen estas alteraciones son totalmente inocuas y no suponen ningún riesgo para la salud.

Estos episodios son de corta duración ya que inmediatamente se aplican medidas correctoras en el tratamiento del agua, otorgando de nuevo  la habitual calidad organoléptica conocida y apreciada por sus consumidores.