EMASESA instala filtros de carbón activo en el depósito de Alcalá del Río para incrementar la calidad del agua en este municipio, sumando un tratamiento más a su riguroso proceso de potabilización

EMASESA ha instalado filtros de carbón activo en el depósito de Alcalá del Río con objeto de incrementar la calidad del agua suministrada a esta población del área metropolitana de Sevilla.

Y para conocer su funcionamiento, la alcaldesa de Alcalá del Río, Gema García Roca y el concejal de Urbanismo Sergio Domínguez Reyes, acompañados por el jefe del área territorial de la Vega de EMASESA, Emilio Morato, han visitado hoy miércoles 18 de junio esta instalación que ha supuesto una inversión de 65.000 euros.

Esta actuación, enmarcada en el cumplimiento del Real Decreto 03/2023 sobre los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, permitirá la mejora del abastecimiento en épocas estivales cuando, por motivos del incremento de las temperaturas, se puede ver alterado el estado de los caudales que, sin ser perjudicial, requiere tratamientos adicionales.

Tratamientos para asegurar la calidad en la ETAP El Carambolo

La aplicación de los filtros de carbón activo se suma al riguroso proceso de potabilización que garantiza la calidad del suministro y que se realiza en la Estación de Agua Potable (ETAP) El Carambolo, a donde es conducida el agua procedente de los embalses de La Minilla y El Gergal.

La ETAP Carambolo, con una capacidad máxima de tratamiento de 10 m3 por segundo, y que se encuentra situada en el término municipal de Camas, en el cerro El Carambolo de la cornisa del Aljarafe sevillano, está equipada con tecnología avanzada y consta de un laboratorio propio desde el que se eliminan las sustancias que pueda afectar a la turbidez, el color o la pureza del agua.

 

Controles exhaustivos para una mayor confianza

Además, EMASESA refuerza su compromiso con la seguridad y calidad del agua a través de los Planes de Seguridad del Agua (PSA) y de su Sistema de Vigilancia y Control en todas las etapas del Ciclo Integral del Agua, desde la captación y tratamiento hasta la distribución, con programas de alerta temprana que incluyen monitorización en los embalses y en los 200 puntos estratégicos de vigilancia repartidos por la red de abastecimiento y controles exhaustivos en la ETAP, con más de 280.000 analíticas al año, dando cumplimiento a los estándares de potabilidad exigidos por la normativa vigente.

× Imagen Ampliada