Las luces y las sombras de la Cumbre del Clima celebrada en Glasgow

Una vez finalizada la Cumbre del Clima (COP26) celebrada en Glasgow, repasamos algunos de los logros más importantes alcanzados.

Aunque esta COP ha sido en la que más alianzas se han alcanzado, todavía estamos lejos de alcanzar el objetivo marcado en el Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 1,5°C, lo cual requiere de manera determinante el abandono del uso del carbón.

A diferencia del texto aprobado en París, en esta cumbre sí se incluye una referencia directa al carbón y a las subvenciones a los combustibles fósiles. Sin embargo, se produjo una rebaja de la ambición en el documento final aprobado al pasar de la eliminación progresiva del carbón a la reducción.

Otro de los logros alcanzados es el compromiso de más de 100 países – entre los que no se encuentran los principales emisores de este gas, como China, India Rusa e Irán- a reducir en un 30% sus emisiones de metano para 2030. El metano junto con el dióxido de carbono, es el principal gas de efecto invernadero y puede calentar la atmósfera hasta 80 veces más rápido que éste, por ello su reducción tiene un gran impacto en lucha contra el calentamiento global.

En cuanto a la finalización de la venta de vehículos de combustión en 2035, 29 países y 6 empresas automovilísticas han suscrito el compromiso, entre los que no se encuentra España, por lo que mantiene la hoja de ruta descrita en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que marca como fecha de fin, 2040.

Los líderes de más de 100 países, entre los que cabe destacar Brasil, asumieron un acuerdo poner fin a la deforestación para 2030, lo que supone el 85% de los bosques del mundo, que son cruciales para absorber dióxido de carbono.

Respecto a la financiación climática, muchos de los países han incrementado su aportación anual, entre ellos, España que ha adquirido el compromiso de aportar 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025. Estos avances, sin embargo, aún se sitúan lejos de lograr los 100.000 millones de dólares anuales a los que se aspira, y que serán necesarios sin duda para hacer frente a la pérdidas y daños causados por la emergencia climática, así como para incentivar el desarrollo de energías limpias.

Por último, no podemos dejar de mencionar una de las alianzas más inesperadas: la declaración conjunta de China y Estados Unidos (dos de los tres países más emisores del mundo) en la que se comprometen a colaborar entre sí y con el resto de los países para atajar la crisis climática y para responder con la seriedad y urgencia que se requiere.

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