1. El Desafío Tecnológico para la protección ambiental y salud
La TARU amplía la lista de contaminantes que deben ser controlados, incluyendo pesticidas, productos farmacéuticos, microplásticos, compuestos industriales, entre otros. Esto exige tratamientos más eficientes, como el cuaternario, para alcanzar niveles de eliminación del 80% en al menos seis contaminantes prioritarios. Sin embargo, las tecnologías actuales no siempre son suficientes, lo que plantea retos significativos:
- Identificación y priorización de contaminantes emergentes: Es crucial conocer qué sustancias están presentes, sus concentraciones y su impacto en la salud ambiental y humana.
- Mejoras tecnológicas: Se requiere innovación para aumentar la eficiencia de los tratamientos, reducir costes energéticos y minimizar la huella ambiental.
Desde el enfoque «Una Salud», estos avances protegen los ecosistemas acuáticos, al mejorar la calidad del agua vertida a cauce y reducen riesgos sanitarios en humanos y animales.