Una delegación del Gobierno local de Córcega visita el Complejo Ambiental Copero de EMASESA para conocer el tratamiento de metanización de naranjas urbanas y transformación de energía
Una delegación del Gobierno Local de Córcega visitó este martes 12 de diciembre el Complejo Ambiental Copero de EMASESA con objeto de conocer, in situ, el tratamiento de metanización de naranjas urbanas y su transformación en energía que está incorporado al Modelo Integrado de Gestión de Lodos de Depuración y de Otros residuos Orgánicos (MITLOP).
MITLOP, enmarcado en el contexto de economía circular como una de las líneas estratégicas de EMASESA, contempla, además del tratamiento de lodos, el de residuos orgánicos del área metropolitana de Sevilla, como los restos de poda y las naranjas amargas urbanas, que tras su proceso de metanización contribuyen a la autosuficiencia energética del Complejo Ambiental.
La Delegación de Córcega, formada por diferentes miembros como la Agencia de Desarrollo Económico, la Oficina Medioambiental, la Consejería de Medio Ambiente y la de Desarrollo Económico, la Cámara de Economía Social y empresas sociales, estuvo liderada por la jefa del Departamento Internacional y Erasmus Plus, Claire-Cecile Carlotti. Esta acción tuvo como principal objetivo la búsqueda de buenas prácticas para tratar los desechos agrícolas de Córcega, fundamentalmente de olivo, cítricos y bosques y su conversión en energía, según manifestó Emmanuelle Coulon, jefa del Centro Europa Direct de la Colectividad de Córcega.
Durante la visita, además de conocer la instalación de la metanización de las naranjas, el jefe de la División de Medio Ambiente de EMASESA, Benigno López, les acompañó durante el recorrido por la Planta de Compostaje para explicarles el funcionamiento de este nuevo modelo de gestión de lodos, que se posiciona como el mayor centro de producción de biogás de Andalucía (17 GW/año de energías limpias) y como la mayor planta de tratamiento de lodos.
MITLOP, cuya inversión ha ascendido a 27,2 millones de euros, contribuye a favorecer la necesaria transición a un modelo circular y descarbonizado de prestación de servicios urbanos del agua.
